Reseña:
Katagiri-san es herido por el hombre que participó en la matanza de vampiros. Han intentado curarlo pero la gravedad de sus heridas pone en riesgo su vida así que deciden llevarlo al hospital.
Tsukasa está entre los que lo acompañan.
Sólo por pura coincidencia en el mismo hospital se encuentra la francotiradora y cuando esta ve a Tsukasa decide escaparse, tomarla de rehén y llevarse la camioneta. Sinceramente no creí que fuera a lastimarla, este personaje creo yo que sólo ha visto una parte de todo y justo esa parte fue una mala experiencia. No conoce un vampiro bueno o le hicieron creer que ninguno lo era. Por lo que cuando Tsukasa-san le cuenta que está enamorada de uno queda sorprendida -sobretodo cuando se entera de que es el mismo que ella intentó matar-.
En el medio de todo se cruzan con el colega de cero-siete y se alojan en un hotel para planear sus próximos movimientos. Tsukasa-san comenzará a ver que hay una gran red detrás de todos los incidentes. Y lo más grave, es que hay espías dentro del departamento policial.
Cuando a ella la "liberan" justo la encuentra el espía del que le habían hablado. Así que intenta eludirlo y llama a Anzai-san para que la ayude. Anzai-san desesperado sale en busca de ella junto a Hans Lee.
Por suerte llega justo a tiempo......
Anzai-san no está todavía seguro de poder controlar su demonio interno y por eso le pide ayuda a Lee-san. Después de haber escuchado el consejo del médico se plantea muchas cosas y entre ellas, contarle a Tsukasa-san porqué decidió alejarse de ella. Esa escena fue muy tierna *.*
Ellos intentan darse una posibilidad juntos a pesar de que no será fácil. Me gusta que Tsukasa-san confíe plenamente en él. Realmente espero que ellos puedan tener un final feliz.
A seguir leyendo...
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